Todos tenemos nuestra propia fórmula para freír pescado. En este blog hemos dado varios consejos sobre cómo conseguir uno u otro resultado en nuestros fritos. Y es que eso de freír, como decimos muchas veces, es todo un arte. Y como arte tiene sus corrientes y variantes.
Hoy traemos un truco de lo más curioso. Vamos a añadir un toque dulce a nuestro rebozado y a conseguir una textura un poco más crujiente. En la cocina todo es experimentar.
Para cuatro filetes de pescado, además del pescado que elijamos –recomendamos una merluza–, necesitaremos estos ingredientes:
- 1 huevo
- 3/4 de taza de agua fría
- 2 cucharadas aceite de oliva
- aceite de oliva
- sal
- nuestra semolina Semol
- media cucharada pequeña de azúcar
Cuando lo tenemos todo listo, empezamos.
- Le damos un toque de sal a los filetes y los dejamos apartados.
- A continuación, mezclamos en un recipiente semiplano —como un plato llano— la semolina con la media cucharadita de azúcar y añadimos otra media de sal.
- En otro recipiente, mezclamos el huevo y el agua, y lo batimos. Cuando el líquido sea homogeneo, añadimos la mezcla de semolina y azúcar y volvemos a batir hasta que quede uniforme.
- Mientras el aceite termina de calentarse, recuerda que lo ideal son unos 170 grados, pasamos los filetes por la mezcla procurando que queden bien cubiertos pero sin demasiada abundancia. Cuando el aceite esté listo, metemos los filetes hasta que queden dorados.
Sencillo, ¿verdad? Estamos seguros de que el resultado te va a sorprender y vas a triunfar entre los tuyos. Acompáñalo con la guarnición que más te guste y ¡a disfrutar de otro frito Semol!